Los sueldos reales de los trabajadores volvieron a caer en agosto. Así en los primeros ocho meses de este año, mientras la inflación oficial fue 24,3%, los salarios aumentaron 15.3%. Representa una pérdida de 9 puntos, de acuerdo a los datos del INDEC.
En porcentaje equivale a una caída de los salarios reales del 7,2% en solo 8 meses. Y en relación a un año atrás, la caída es de 12,5 puntos que equivale a un 9,3% menos.
Se estima que en septiembre y octubre, por la mayor inflación, la caída salarial se profundizó. Con una inflación del 6,5% en septiembre y un estimado del 5,5/6% para octubre, en 10 meses en promedio la pérdida salarial podría superar el 15%.
En Trabajo esperan que la reconvocatoria de paritarias en muchos gremios, por la clausulas gatillo o de revisión, ayuden a morigerar esa caída. Pero aún así las proyecciones de inflación hasta fin de año marcan que la suba de precios de los próximos meses seguirá agrandando la distancia con relación a los salarios. Muchos gremios firmaron paritarias en 2 o 3 cuotas, con la última a pagar entre enero y marzo de 2019.
La mayor retracción entre enero y agosto alcanzó a los ingresos del empleo no registrado: fue 14,6 puntos. Entre los empleados públicos la baja salarial fue de 9,2 puntos y el retroceso de los del sector privado de 6,6 puntos.
Si a los ingresos de los trabajadores informales se descuentan la inflación de la canasta de pobreza de ese período -que fue 25,1%-, la pérdida real de ingresos se eleva 15.4 puntos. Mayor aún es la caída si se considera la inflación de la canasta de indigencia: 25,6%.
De estos datos se desprende un mayor incremento de los niveles de pobreza entre los que tienen trabajo porque muchos trabajadores, informales y formales, están ganando en el límite del valor de la canasta de pobreza, al tiempo que disminuyó la ocupación laboral. Y porque los asalariados “en negro” ganan hasta 50% menos que el resto de los trabajadores y en proporción, están siendo más castigados por la suba de los precios y también por la merma de la ocupación laboral. Todo esto, unido a la baja real de las jubilaciones y demás prestaciones de la Seguridad Social explican la caída del consumo.
En la medición del INDEC, los que están registrados en el sector privado representan poco más de la mitad de los trabajadores, el sector público casi el 30% y los privados no registrados casi el 20%. El índice de los ingresos de los asalariados no registrados tiene un rezago de actualización de 5 meses, de lo que se desprendería una mayor disminución hacia delante debido a que la inflación fue creciente.
Estos números se aproximan a los de la Secretaria de Trabajo que informó ayer que, a agosto pasado, en base a las declaraciones de las empresas ante la Seguridad Social, las remuneraciones de los asalariados privados registrados habían caído el 6,1% interanual. Y también mayor es la caída de los asalariados con sueldos más bajos ya que para la mitad de los que menos ganan, con sueldos netos inferiores a $ 21.000, la baja salarial real interanual fue del 8%.
Por sectores, la mayor caída salarial interanual afectó a los docentes privados (8,8%), seguidos del comercio (8,5%) y transporte y comunicaciones (8,2%). El sector pesca fue el único que superó a la inflación.
Aunque Trabajo no informa los datos salariales del sector público, las cifras del INDEC marcan que esos trabajadores acumulan a agosto una pérdida interanual de 13,2 puntos. El términos nominales los salarios aumentaron el 21,2% versus una inflación del 34,4%.
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