Sin el incremento que comenzó a regir este mes, los hogares de clase media de la región recibieron los mayores golpes del país en las facturas, según un estudio oficial.
En los hogares de clase media de la Patagonia, el precio del gas por redes aumentó como en ningún otro lugar del país. Según un estudio oficial, desde que asumió el presidente Mauricio Macri las familias con consumos ni muy altos ni muy bajos vieron crecer sus facturas más de un 1.200%. Este análisis, sobre la base de datos oficiales, no incluye el último incremento, de hasta 130%, que rige desde el 1 de octubre, publicó el diario Río Negro.
Semejante diferencia con el resto del país, donde los picos apenas llegan al 1.000%, se debe a que en los cinco años anteriores, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el precio del gas en la Patagonia no había tenido los aumentos que se sintieron en el resto del país. Ya se sabe: en la zona sur los consumos son, en volumen, mucho más altos y el precio de la electricidad (el sustituto del gas más usado), más caro respecto de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
Este aumento tuvo como consecuencia, por ejemplo, que en agosto la demanda de gas en la ciudad de Bariloche cayera un llamativo 8%. Y que en el día más frío del invierno el consumo fuera un 4% menor que en la misma referencia de 2017, según números que maneja Camuzzi y a los que accedió “Río Negro”.
El trabajo del gobierno nacional que analiza el impacto del aumento de la tarifa de gas, sin impuestos, fue difundido por el diario de Buenos Aires La Nación. Los usuarios residenciales del país están divididos en categorías según el nivel de consumo del año anterior. Estos umbrales, que son ocho, tienen rangos que cambian según la región. Por caso, no es lo mismo la ciudad de Neuquén que Bariloche o Río Gallegos porque las temperaturas mínimas son diferentes.
En la zona tarifaria “Cordillerano” los hogares que consumen por año entre 2.651 y 3.150 metros cúbicos de gas tienen la categoría R2.2. Pero en Neuquén (que abarca el Alto Valle) este renglón tarifario lo tienen los consumos residenciales de entre 2.001 y 2.250 metros cúbicos por año. Para ellos, entre enero de 2016 y septiembre de 2018, el aumento fue de 1.228%. Y con la suba que rige desde hace casi dos semanas, ese porcentaje crecerá.
Los que más tienen
Los consumos residenciales más altos suelen tener dos orígenes bien diferentes:
- Viviendas grandes y uso intensivo del gas, como por ejemplo para calentar el agua de una piscina, de familias con recursos abundantes.
- Viviendas multifamiliares, donde un solo medidor abastece varios hogares (en general, con construcciones que no fueron declaradas). Suelen ser los sectores más pobres, que van creciendo en generaciones sin acceso a la vivienda).
Durante el kirchnerismo este tipo de clientes, que son los R3 (versiones 1, 2 y 3), ya tuvieron incrementos por encima de las demandas más bajas, al contrario del paradigma de tarifas de los 90: que cobraban más barato cuando se consumía más.
Lo cierto es que los clientes residenciales que en Neuquén consumen más de 4.700 metros cúbicos por año o los de Bariloche con demandas, también anuales, por encima de los 7.400 metros cúbicos, tuvieron durante la presidencia de Macri aumentos del 787% (hasta el mes pasado).
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