En el marco del acto de celebración por el Día del Ejército Argentino, el presidente Mauricio Macri admitió lo que se venía anticipando en varios medios y oficializó su intención de que las Fuerzas Armadas se involucren en tareas de seguridad interior, algo prohibido por ley.
Durante su discurso en el Colegio Militar de la Nación en El Palomar, Macri aseguró sin ambages: "necesitamos Fuerzas Armadas que dediquen mayores esfuerzos en la cooperación con otras áreas del Estado, brindando apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales".
Acompañado por los ministros de Defensa, Oscar Aguad, y de Seguridad, Patricia Bullrich, Macri siguió: "sabemos que todo debe hacerse sin descuidar el motivo principal: proteger la soberanía y la integridad territorial de nuestro país. Somos conscientes del gran esfuerzo que vienen haciendo".
El polémico pedido de un mayor involucramiento de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interiro llega en momentos en que la conflictividad social se encuentra en franco ascenso desde diciembre pasado cuando se aprobó la reforma previsional. Desde entonces el descontento social ha experimentado un marcado ascenso merced del deterioro de todas las variables económicas, la desbandada de la inflación, la caída del poder adquisitivo del salario y la anunciada aceleración del ajuste sobre los trabajadores a partir de la decisión del gobierno de Cambiemos de volver a endeudarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La posibilidad de que las Fuerzas Armadas realicen tareas de seguridad interior generó fuertes críticas en los organismos de Derechos Humanos y distintos sectores de la oposición que ven en esta opción una escalada en la espiral represiva.
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