Gabriela Marisa Dufour es diputada provincial por el bloque del PJ-Frente para la Victoria desde el 10 de diciembre de 2015. Pero durante todo este tiempo -y un poco antes también- su alto perfil público estuvo más vinculado a las menciones y a las acusaciones por parte del dasnevismo que gobierna Chubut que a su rol como legisladora.
Ayer mismo, el ahora renunciante Diego Martínez Zapata se fue de su cargo como fiscal de Estado con acusaciones de persecución por parte de ella y no dejó de recordar que pesa sobre la legisladora una condena judicial que la propia Dufour reconoce.
Es que Gabriela Marisa Dufour, el objeto de las principales descalificaciones del propio Mario Das Neves, es ahora una de las denunciantes del caso por el cual están detenidas con prisión preventiva por seis meses, seis personas, entre ellas Diego Correa, el exsecretario privado del fallecido gobernador. A Correa se le imputa haber sido el jefe de una asociación ilícita que defraudó al Estado a través de contrataciones directas de dos empresas directamente vinculadas a él.
Y Martínez Zapata fue también denunciado por Dufour, a raíz de una escucha que se viralizó y en la que se lo oye en una, al menos polémica, conversación con Correa.
Nacida en Capital Federal el 6 de junio de 1961, y con 30 años de residencia en Trelew, Dufour es madre de tres hijos, Lucía, Hernán y Mariana. “Una está viviendo en EEUU haciendo una Maestría, y dos en Buenos Aires terminando sus carreras universitarias”, menciona.
Viuda desde hace 8 años, y ahora en pareja, es contadora pública egresada de la Universidad de Buenos Aires, y tiene un título de magíster en Gestión Empresaria obtenido en la Universidad Nacional de la Patagonia, donde es docente regular de la materia Costos.
Antes de ser diputada fue ministra de Desarrollo Productivo y de Economía en el Gobierno de Martín Buzzi. Y antes, durante 10 años, entre 1994 y 2003, cuenta, “tuve un cargo muy importante en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en una época de mucha desocupación: atendía en Chubut los procesos de reinserción laboral para desocupados y programas de empleo y capacitación”.
“Esa función me enseñó mucho, porque me permitió conocer hasta el último rincón de la provincia”, le dice a Sur Actual en su despacho de la Legislatura. “Cuando se trabaja con gente desocupada, que está muy afectada por las crisis, aprendés mucho a cómo relacionarte en momentos de crisis. Me ha tocado levantar cortes de ruta en la Ruta 3, trabajar con la iglesia para atender situaciones de extrema pobreza. Todo eso que aprendí cuando era más joven me permite tener otra perspectiva cuando uno hace políticas públicas. Porque detrás de cada política hay una persona que va a ser afectada o beneficiada”, afirma.
- ¿Qué diferencias y similitudes ves entre aquella crisis y la actual, sobre todo en la provincia?
- Como diferencias, veo que no hay políticas públicas que atiendan esta dimensión. En los ‘90 hubo un proceso en el que las políticas públicas generaron desempleo y después de eso hubo una toma de decisiones para atender esas políticas públicas. Veo que ahora hay un Gobierno que genera políticas públicas que van camino a la desocupación pero, a pesar de que tenemos cierto aprendizaje, lamentablemente no están reconociendo que estas políticas públicas van a derivar en los mismos efectos que tuvimos allá por los 90 y que luego explotaron en 2001. Veo repetir mucho esa situación, que hay sectores políticos que no aprendieron nada y vuelven a repetir las mismas recetas. Y, lamentablemente, si no se modifica, con las mismas consecuencias.
- A nivel provincial, hasta antes de la muerte de Das Neves, el discurso del oficialismo local era que la crisis incipiente era responsabilidad de Macri. Y ahora, ¿quién tiene la mayor responsabilidad de la crisis profunda de Chubut?
- Mirá, hay responsabilidades compartidas. Un ejemplo es la política hidrocarburífera del Gobierno Nacional, que afectó directamente a la provincia del Chubut. Porque cuando bajaba el precio del petróleo, se hacía lo que se llama un precio sostén que permitía mantener el empleo y la recaudación de la provincia. Eso, que es directamente responsabilidad del Gobierno Nacional, termina generando desempleo y baja de ingresos en la provincia. Ahora, cuando uno es poder concedente, tiene la posibilidad cierta, como Gobierno Provincial, de generar una política anticíclica, pedirles a las operadoras que mantengan la inversión y el nivel de producción. Con la ley marco de hidrocarburos se podía hacer. Y en lugar de hacer eso, hicieron lo contrario: autorizaron a las operadoras a bajar los niveles de inversión. Cuando hacés eso, automáticamente bajan la producción, no se extrae, y disminuye la regalía. ¿Quién tuvo la culpa? Los dos, por decisiones erradas. En el caso nacional, por cuestiones ideológicas; y en el caso provincial realmente porque quien estaba en su momento no tenía idea de las políticas públicas que había que generar.
- ¿A qué Gobierno te referís?
- Al de Das Neves. Autorizó a las petroleras, a través de su ministro de Hidrocarburos, Sergio Bohe, a que bajen los niveles de inversión. Eso significa no perforar, y si no perforás, no sacás y decae la producción. Por otra parte está el caso del aumento de las tarifas de servicios públicos. Por un lado decían que había que sincerarlas. Y había todo un negocio respecto de quiénes son los propietarios de las prestatarias de los servicios. El aumento de tarifas genera inflación, y cuando pasa eso, la gente empieza a reclamar paritarias equivalentes a esa inflación. Entonces el Gobierno tiene que darle cobertura. Si bien el Gobierno Provincial no les dio aumentos, automáticamente tuvo que aumentar los salarios, con una caída de ingresos por la caída de regalías. Entonces aumentaron las necesidades del Estado, consecuencia de la inflación que generó el Gobierno Nacional. Las dos puntas tienen responsabilidad.
- Así como se le echó la culpa exclusivamente a Macri, el discurso inicial del Gobierno de Das Neves era la situación en que dejó Buzzi la Provincia…
- Todo pasa. Mi mamá decía: “Hay que tener un poquito de paciencia” porque cuando mienten tanto, la mentira tiene patitas cortas y en algún momento se va a saber. Para generar un shock de confianza y ocultar la mala administración, empezaron a tirar frases mediáticas y a decir que la deuda era de 12.000 millones. Entonces vinieron y pidieron una autorización de endeudamiento a esta Legislatura de 650 millones de dólares. Y uno la dio pensando que iban a ser responsables en cuanto a este tema. Bueno, esta semana recibimos el primer informe detallado. Se endeudaron en 12.000 millones de pesos y de deuda de Buzzi pagaron 836. Menos del 10 por ciento. Las patitas de la mentira son que no había deuda. Porque si tenían la disponibilidad de fondos y no la pagaron, efectivamente era porque no había deuda. Ahora, hay una situación más grave. Porque se endeudaron a tasas caras, con un mecanismo extraño de adjudicación directa a cuatro bancos, por lo que hay una situación irregular.
- ¿Esa fue la causa de una denuncia que presentaron?
- Sí, y ahora la vamos a ampliar con toda la información que tenemos. Lo grave de esto es que cuando vas a ver para qué usaron la plata, hicieron bicicleta financiera. Se endeudaron para pagar sueldos, porque para eso eran las Letras. Y cuando a fines de 2016 ya había una situación de crisis usaron el endeudamiento caro de los 650 millones de dólares para cancelar las Letras que habían utilizado para cubrir los sueldos. En 2017 volvieron a endeudarse para pagar sueldos. Y ahora tenemos la crisis que tenemos. Todo eso es responsabilidad absoluta de una mala administración, sumado a esto que veníamos denunciando desde el principio de la gestión: adjudicaciones directas para cualquier cosa. Detrás de una adjudicación directa hay una sospecha de irregularidad y de corrupción. Ahora está saltando. Pero me parece que tienen que profundizar porque se van a encontrar con más cosas.
- ¿Cuál es la real influencia que tiene la corrupción, en términos cuantitativos, en una situación de crisis como la actual?
- Alguien alguna vez me contó un cuento que me parece que es ideal para graficarlo: en una gran fiesta de la vendimia, en un pequeño pueblo, todos los productores se comprometen a completar una gran vasija para la fiesta con un litro de vino cada uno. Cuando llega el momento de la fiesta, va a ser la apertura y abren la canilla de la vasija, sale agua y no sale vino. Todos se preguntaron qué pasó: cada productor pensó que iba a poner un litro de agua y en el gran conjunto de todos los productores, nadie se iba a dar cuenta. El problema es que todos pusieron un litro de agua y nadie, el litro de vino que tenía que poner. Creo que lo que pasó en estos dos años es un poco eso: cada uno en su área cree que no se van a dar cuenta: ‘tengo un pequeño sobreprecio en esto’, ‘tengo otro pequeño sobreprecio en lo otro’, ‘doy permisos de pesca a mis amigos’, ‘autorizo empresas de estiba que son palos blancos de funcionarios’, ‘armo empresas tercerizadas de diagnóstico por imágenes en la que me pongo y me subcontrato’, ‘hago obra pública con…’ Van haciendo toda esa secuencia y cuando abren la canilla, ahora ven las cuentas públicas y están vacías o con deudas exorbitantes. Por dar un ejemplo: alquilaban aviones para ir a Buenos Aires, de 250.000 o 270.000 pesos cada viaje.
- ¿Quién los alquilaba?
- La Unidad Gobernador. Como supuestamente no tenían el avión de la Provincia y el gobernador no podía viajar en avión de línea, le contrataban así. Y además por ejemplo en la denuncia de las cámaras de seguridad están involucrados 35 millones de pesos. Entonces vas sumando y tenés una vasija llena de agua y no hay un litro de vino. Por eso me parece que tiene que tomar conciencia el gobernador Arcioni que hay una sumatoria de funcionarios que tuvieron esta actitud. Muchos de ellos fueron funcionarios en épocas de vacas muy gordas. Cuando hacían estas maniobras, nadie se daba cuenta. Pero cuando las vacas están muy flacas, y nadie les da de comer, se te van a morir.
- La pregunta clave es si el entonces gobernador Das Neves pudo no haberse dado cuenta de lo que pasaba con las contrataciones directas a través de empresas creadas de manera irregular y todo lo que está investigando ahora la Justicia…
- Mirá: muchos de los decretos más grandes, para las contrataciones directas, los firmó él. O por lo menos la firma está en los decretos. Si no se dio cuenta porque no estaba en condiciones de salud, la responsabilidad directa la tiene su familia, que cada vez que preguntábamos por su estado de salud, ellos decían: ‘está perfecto, está en condiciones, está óptimo’. Por lo tanto, su entorno más directo tiene absoluta responsabilidad política e institucional. Y si estuvo bien, cualquier gobernador que está en el circuito… Nos dábamos cuenta nosotros viendo los decretos. Y vuelvo a los ejemplos que daba: fue en 2016 a una reunión con Aranguren y acá todos nos enterábamos de que había golpeado la mesa… ¿cuál fue el efecto de eso? Dieron un subsidio a las empresas para que mantuvieran la exportación. ¿En qué lo beneficiaba a la provincia del Chubut? Por eso digo que acá hay una combinación con un desconocimiento de cuáles eran las políticas públicas adecuadas a un contexto diferente. Porque hay que tener en cuenta que Das Neves fue gobernador en un momento de mucho dinero en la Provincia, con un Gobierno Nacional que tenía como política la inversión pública y a partir de ello la generación de ingresos, de empleo, promoción de las PyMES, el subsidio para que las PyMES se fortalezcan. Y ahora fue gobernador en otro contexto, con otra lógica: con un Gobierno neoliberal, que abre las importaciones, que va contra los trabajadores siempre pidiéndoles que cedan en sus derechos. Había que generar otra política pública. Entonces me parece que tiene absoluta responsabilidad por no haber evaluado el contexto y no haber generado las políticas adecuadas. Después, si su salud lo restringía, hubiera sido mucho más sano y de responsabilidad institucional haberlo reconocido y haber planteado un esquema diferente. Todos conocíamos la falta de experiencia política del vicegobernador y me parece que eso también es responsabilidad de Das Neves: que hoy tengamos como gobernador a una persona que, más allá de su predisposición, no tiene experiencia política para encarar una crisis de esta magnitud. Nosotros estamos tratando de colaborar, pero la gente se tiene que dejar ayudar. Y me parece que no se dejan ayudar.
- Como una de las denunciantes de las causas de corrupción que se investigan, ¿a ustedes también les cayó de sorpresa aquel sobre que llegó a la Legislatura, que se pensaba que era un sobre bomba, y en realidad fue el origen de toda esta cuestión?
- Sí, absolutamente. Es muy anecdótico, porque esa mañana viene el jefe de seguridad con el sobre. Me ve a mí porque era la única de los tres que estábamos acá (N. del R.: los otros dos denunciantes son Alejandra Marcilla y Blas Meza Evans). Y me dice: ‘Gabriela, encontramos esto en una escalera’. Le dije ‘yo no lo toco’ y le pregunté dónde lo habían encontrado. Me dijo que había sido en un lugar donde las cámaras no lo toman. Le digo ‘llamá a la Policía’. Porque yo he sido víctima de todas las formas de agresión que ha tenido el Gobierno institucionalmente: persecución judicial, política, han organizado cosas en mi contra, allá por 2016 hasta recibí una amenaza por la que hice una denuncia. Entonces al ver algo así, lo primero que le dije es que llamen a la Policía. La Policía vino, se hizo todo un círculo, abrió el sobre. Cuando termina todo eso, ya estábamos Alejandra Marcilla y yo. Le digo ‘vamos a ver qué había dentro del sobre’. Y cuando llegamos, ya lo habían cerrado y se lo llevaba la Policía para hacerle otro tipo de verificación, si había huellas dactilares o algo por el estilo. Al día siguiente nos presentamos los tres al Ministerio Público Fiscal, sabiendo que no era una bomba, si nos devolvían la papelería. Nos dicen: ‘no llegó acá, lo tiene la Policía’. Fuimos y retiramos el sobre. A partir de ahí empezamos revisar qué había, por un tema de curiosidad. La verdad es que quedó encargado Blas porque nosotras dos teníamos entrevistas con fiscales y defensores por otro tema, de los pueblos originarios, en la Cordillera. Estábamos muy preocupadas por el nivel de violencia, ya que esto fue a fines de agosto, y estábamos con la desaparición de Santiago Maldonado. Nos llama Blas y nos dice: ‘che, es una bomba esto. Cuando vengan nos sentamos y lo miramos’. Fue en un tono gracioso; ahí nos enteramos quién fue la persona que lo había traído. Y el lunes cuando llegamos vimos los papeles, que eran fotocopias de expedientes en los cuales había una serie de irregularidades. Entonces se estructuró la denuncia y se hizo. Pero realmente fue para nosotros absolutamente sorpresivo, y a partir de ahí tuvimos una actitud más de observación, por ejemplo en cuanto a la emergencia en Comodoro. Y empiezan a aparecer cosas: en el caso de Alejandra conoció en Madryn a la chica que hace la denuncia por la comida para perros (N. del R.: por cuyo desvío fue apuntada la entonces ministra de la Familia, Leticia Huichaqueo). Y la gente se empezó a acercar a nosotros a darnos mayor información. Desde ese momento vamos recopilando datos. Y en este último tiempo más todavía.
- ¿El origen del sobre estuvo relacionado con una interna del dasnevismo?
- Mirá: yo lo voy a contar porque me resulta gracioso. Aparentemente tuvo que ver con algún problema no tanto de una interna política, sino de un conflicto entre una mujer y un hombre.
- ¿Algo pasional?
- Sí, sí. Algo vinculado a lo pasional. Cuando nosotros empezamos a indagar, pareciera ser que el origen tenía más que ver con incumplimientos de promesas amorosas que por un conflicto político.
- Siempre se refirieron a vos desde el oficialismo como la ‘diputada condenada’. ¿Cuál es tu situación judicial?
- Sí, efectivamente estoy condenada. La causa que encontraron para condenarme es una en la cual supuestamente el afectado es la empresa Alpesca, no el Estado, por lo que no tengo ningún tipo de inhabilitación para el ejercicio de la función pública. Y en ese momento presenté mi recurso en la Corte. De las otras dos causas que me inventaron, una fui sobreseída en trámite final con el Superior Tribunal. Me habían condenado en primera instancia, me absolvió la cámara y luego el Superior. Y más allá de mi defensa política por el crédito de los 10 millones (N. del R.: cuando se le otorgó ese momento, de manera directa a Alpesca desde Corfo), yo no tuve participación activa. Pero como era ministra de Economía me tenían que involucrar. En esto hay que recordar que Alex Williams, que ahora es el fiscal estrella, inventaba las causas y operaba. De eso no hay que olvidarse. En esto no soy hipócrita: no me gustan los fiscales que siempre atienden al poder de turno. Creo que los fiscales siempre tienen que mantenerse independientes y al que lo veo con más independencia es a Rodríguez.
- ¿No considerás que Williams esté haciendo un buen trabajo ahora?
- No sé si está haciendo un buen trabajo. No me gusta que siempre esté en lugares donde responde circunstancialmente al poder. Veremos si hace el trabajo bien en función de la profundidad a la que se llegue en la investigación. Yo he visto cómo armaba las causas, no me lo contó nadie. Lo sufrí en carne propia, cómo armó testigos, cómo los instruyó. Por supuesto que él era el fiscal y hay jueces que tienen responsabilidades en esto. El fiscal puede hacer mucho, pero si no hay jueces probos, estas cosas no pasan. Y en la causa de los 10 millones fui sobreseída, pero (el jefe de los fiscales de Madryn) Báez insiste en meternos a todos en la misma la bolsa. Entonces hice una apelación al Superior que se resolverá en los próximos días, pero en esa causa ya fui sobreseída.
- En las causas de corrupción en el actual gobierno, ¿confiás en el trabajo del procurador Miquelarena, que tiene un origen dasnevista, ya que fue su primer fiscal de Estado?
- Efectivamente tiene origen e historia dasnevista. Por lo tanto va a tener que probar que tiene independencia. Por ahora lo vemos actuar con cierto grado de independencia. A mí no me gustan algunas de las cuestiones que estoy viendo. El sobre bomba tiene foco sobre determinados funcionarios vinculados con la emergencia. Aparecen Leticia Huichaqueo, Gilardino, además de Correa, de Suárez. Vi que desde la misma investigación se corrió el eje, y se lo puso en Diego Correa y el “grupo Carpintero” podríamos decir (N. del R.: en alusión al exfuncionario de Das Neves Gonzalo Carpintero). A mí me llama un poco la atención esa circunstancia. Porque Eguillor pertenece al grupo Carpintero… Entonces hay alguna duda que me siembra a mí esta circunstancia en la cual pareciera que hay que poner el foco acá y no en el conjunto de los que están involucrados. Espero equivocarme en esto. Hasta ahora la historia me está dando las razones. Y no estoy defendiendo a Carpintero, a Eguillor ni nada por el estilo: digo que se está poniendo demasiado el armado sobre ese grupo cuando sabemos que hay otras cuestiones, como las cámaras de seguridad, lo que pasó con el tema con el tema de la pesca y el contrabando, con las cuestiones en las que está involucrada Leticia Huichaqueo como los camiones que nunca llegaron a Comodoro Rivadavia. Hay muchas cosas que me parece que van a tener que profundizarse. Por ahora veo que hay algunos sobre los que se focaliza mucho y otros que no aparecen como involucrados cuando nosotros sabemos que sí lo están.
- ¿Qué opinión tenés de la renuncia de Martínez Zapata, que se fue acusándote de persecución y mencionando que estás condenada?
- Uno no deja de sorprenderse respecto de sus declaraciones. Ha sido una persona que nunca ha reconocido sus compromisos con el delito, sus debilidades. Y algunos de ellos estaban enumerados en la documentación que se presentó para el jury de enjuiciamiento donde los vínculos de los dos lados del mostrador quedaban descriptos en esa situación. Lo más llamativo es que no hace mucho, y todos nos enteramos por las escuchas, él hablaba de que iba a llevar al barro a sus detractores, que se iba a vindicar. Y después termina renunciando porque no podía soportar pasar por esa instancia. Hay frases que lo marcan desde el inconsciente: dice textualmente que le resultaba difícil desempeñar con honradez su función. Y la verdad es que la pregunta que uno se hace es por qué le costaba desempeñar con honradez su función. Parece ese es el verdadero motivo por el cual renunció. Creo que alguien cuya acción estuvo marcada por la persecución política y judicial, victimizarse y decir que nosotros lo perseguimos… si él hubiera realmente creído en su honestidad, como hicimos todos nosotros soportando hasta situaciones espantosas, se hubiera defendido en el ámbito que correspondía. Habla de que soy condenada, y yo reconozco que lo estoy. Pero a mí me condenaron simplemente porque hubo articulaciones entre fiscales y jueces que me culpan de no haber atado barcos en una tormenta. Nadie me va a poder vincular con actos de corrupción como sí lo vinculan a él por asesorar a corruptos.
- ¿Cuál fue la causa real de los ataques hacia vos? Más allá de alguna hipótesis, ¿tenés alguna explicación? ¿Hubo algún tema personal?
- No, desde lo personal nunca tuve mucho trato con el clan Das Neves. Hasta en las primeras gestiones, siendo yo amiga personal de Martín Buzzi cuando fue ministro, nunca quise trabajar directamente con el Gobierno. Porque yo soy de Trelew, conozco mucho la historia de Das Neves, desde que fue secretario allá por la época de Pitiot, después cuando fue secretario general de la Gobernación con Perl, cuando estuvo involucrado en el tema de la Cooperativa Eléctrica de Trelew. Yo conozco las trayectorias y las prácticas políticas que tenía Das Neves. Por lo tanto, nunca estuvo en mí participar. Esto que digo hoy lo dije siempre. Pero porque lo haya dicho no creo que merezca ser la perseguida. Así como lo conozco yo, la conoce mucha gente. Posiblemente el haberlo dicho en distintas circunstancias tuvo que ver. Después hay un componente al que le doy un valor importante: ellos me descalificaban mencionándome como ‘la magíster’ o ‘la académica’. Ahí para mí hay un componente más psicológico de todo aquello que represente esa figura. Y después creo haber tenido un perfil alto no en mi condición de política o académica, sino de mujer. He tenido cargos importantes como mujer y nunca tuve padrino político. Siempre tuve relaciones de pares con mis compañeros. Se sabe que no soy de las mujeres obedientes a las que un hombre le da las órdenes. Sumado a que yo tenía mucha información y había que descalificar mi palabra. Por eso hago un análisis psicológico y político. Y habiendo Buzzi llamándose a silencio en estas circunstancias, habiendo yo tenido un rol importante en el gobierno de Buzzi, había que descalificarme para que cualquier cosa que yo dijera, no tuviera viso de verdad o de realidad. Creo que me eligieron porque era la forma de descalificar un Gobierno en mi persona. El resto ha sido atacado pero nunca con la magnitud que me lo hicieron a mí.
- Hoy, desde el punto de vista personal, ¿qué sentimiento te despierta el hecho de que, siendo una denunciante, pareciera que la historia se dio vuelta?
- Siento mucho dolor. A mí no quitó el sueño Alpesca, no me lo quitó ser ministra de Economía en el momento del conflicto en Cerro Dragón, porque actuaba con absoluta conciencia de lo que estaba haciendo y de los riesgos que estaba asumiendo. Hoy me da una mezcla de dolor y bronca. Porque lo venía diciendo. Cuando ves que están haciendo mal las cosas, que se aprovechan de las circunstancias del Estado, que estaban administrando mal… todo esto lo venía diciendo y todo el tiempo veía cómo me descalificaban. Entonces desde lo personal siento mucho dolor. Para hacer lo que hicieron conmigo tuvieron que tener un Ministerio Fiscal cómplice, jueces cómplices, administradores cómplices, una prensa cómplice. No lo generalizo: digo que hay un sector en cada uno de estos ámbitos que fue cómplice del ataque con el objetivo de acallar alguna voz que era disonante respecto a lo maravilloso que funcionaba la provincia cuando veíamos que todo estaba mal.
- ¿En algún momento dijiste que querías ser gobernadora? Al menos es lo que se publicó recientemente…
- No fue así. Yo estaba haciendo un claro reclamo respecto de que cada vez que buscan candidatos siempre miran hombres. Son incapaces de reconocer a las mujeres que somos dirigentes. Y creo que sigue siendo así. Entonces ante la pregunta de si me animaría, dije que soy una dirigente política y, como tal, me animo a tener el más alto cargo que pueda tener una persona en una provincia. Ese fue mi comentario. Pero tiene que ver con cambiar esta lógica patriarcal en la que los hombres que hasta ahora manejaron -y bastante mal- la política, no pueden correr ese velo y siempre están mirando a una mujer a la que pueden controlar y dominar o miran hombres. Todavía siguen sin ser capaces de ver a mujeres que tienen decisión propia, o con condición desde su propio rol para desempeñar un alto cargo.
- ¿Pero cuál es tu aspiración política?
- Por supuesto si yo tuviera un conjunto de compañeros, un equipo de gente con el que conformemos un proyecto colectivo y crean que soy la persona más adecuada para conducirlo, voy a aceptar el desafío.
Fuente: Sur actual
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