La secuencia de conflictos y errores en la comunicación de medidas básicas, llevaron a un lugar político delicado al titular de Coordinación, Sergio Mammarelli.
El fin de semana en Chubut fue un constante torbellino de rumores políticos, provocado por la serie de errores que ha tenido la administración Arcioni en distintos frentes sociales y que se traducen en un descenso estrepitoso del apoyo popular a un Gobierno que tambalea a diario.
Es por eso que algunos sectores oficialistas han mostrado un aumento en su preocupación y han comenzado a idear planea alternativos a los que tenía el Gobierno en los últimos meses.
Hasta hace dos meses atrás una figura sólida en la consideración del gobernador Mariano Arcioni era su ministro Coordinador, pero ese apoyo inicial chocó con gruesos errores de comunicación y manejo del gabinete por parte de Sergio Mammarelli.
Ante esta delicada situación, la figura del ex intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán apareció este fin de semana en una serie de versiones que lo ubican ocupando el sillón de Mammarelli.
Uno de los principales impulsores de esta figura es la estrella del gobierno de Arcioni, el secretario de Seguridad, Federico Massoni, quién ganó relevancia en los operativos de la causa “El Embrujo” y es uno de los funcionarios más aceptado a nivel social.
Massoni fue secretario de Obras Públicas en un momento de la intendencia de Pérez Catán y la relación entre ambos dirigentes políticos goza de buena salud y podría ser un factor clave para que uno de los hijos predilectos de Mario Das Neves vuelva a los primeros planos de la política chubutense.
En las próximas semanas podrá haber novedades al respecto, pero lo cierto es que las horas de Mammarelli parecen contadas, en parte porque no logra mejorar el nivel de comunicación al conjunto de la sociedad que lo referencia con el fracaso de las políticas de ajuste del gobierno de Mariano Arcioni.
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