La responsable del lugar aseguró que la situación es preocupante porque van familias enteras a buscar su porción diaria. Se trata de personas que años anteriores “estaban mejor” y ayudaban. Hoy son ellos los que necesitan. Reflexiones agudas sobre un escenario complicado en el Valle.
La crisis económica se agravó en Trelew. La necesidad extrema y la gente en vulnerabilidad se percibe más aún en los barrios periféricos. El comedor llamado “El Refugio Moreira” con el que mucha gente colabora no da abasto. Si bien para las Fiestas lo recaudado en el pesebre viviente del Materno Infantil fue a ese lugar, nada es suficiente. Los números son escalofriantes: por día casi 80 personas van por un plato de comida. Diariamente utilizan unos 10 a 12 paquetes de fideos elaborados en guiso o de otra manera y más de 8 kilos de arroz. “Que los gobernantes recapaciten. Que se ocupen, la gente se lo va a devolver”, dijo Gabriela Olivera, la responsable de este lugar ubicado en el corazón del barrio Moreira.
En varias esquinas de ese poblado sector, se encuentran mesas en las que la gente deja ropa. Quien la necesita la lleva. Quien puede aportar, deja su donación. La única condición es que ninguna prenda esté sucia o que caiga al suelo. Esa reglamentación se respeta.
Olivera destina muchas horas de su vida para ayudar a los que la están pasando muy mal. A los que menos tienen. Resta tiempo a su familia pero lo importante para ella es sentir la satisfacción que está haciendo algo para las personas puedan vivir un poquito mejor.
Mate de por medio, en la sede, construida a todo pulmón con techo de chapa y equipamiento donado por distintos vecinos (alacena, cocina, heladera, etcétera) concedió una entrevista a Jornada. “El balance de este año es súper positivo. Es impresionante cuando comencé este proyecto que tenía en mente. Tener un comedor pero que no dependa de nadie. Jamás me imaginé que se transformaría en esto tan grande, de gente solidaria, de la presencia de los niños”.
Indicó Olivera que a buscar sus viandas “vienen familias enteras. No es individual, vienen todos. De lunes a viernes entregamos entre 70 y 80 porciones. Por día, ocupamos a 10 a 12 paquetes de fideos, 8 kilos de arroz”, resumió.
En el lugar, además se da el servicio de merienda. “Les hacemos la leche y le damos clases de apoyo, de arte, recreación deportiva, huerta articulada con las escuelas y también articulamos con policías, áreas de deporte, salud e Iglesias”.
“La gente es muy solidaria”
Gabriela Olivera reitera una y otra vez que “la gente es muy solidaria. Es impresionante cómo se incrementó la crisis. Tengo sentimientos encontrados. Me encanta que la gente venga. Cuando vienen a buscar lo que necesitan, alimento, calzado y abrigo es porque realmente no necesitan”, remarcó.
Aclaró la mujer que todo lo construido no es de su propiedad. “Es de todos. Las mamás vienen y me ayudan. Son parte de esto. Del refugio. Está formado por varios chicos. Cultivando. Las madres protegiendo y cuidando las cosas. Nos desborda el trabajo. La gente llega con el juguete. Me acuerdo de la mama que está embarazada”.
Comprometerse, ayudar, estar presente es una tarea agotadora y diaria. Pero Gabriela no evade a la ayuda y la colaboración permanente. “A veces el tiempo me falta. Tengo mi familia. Lo hago por vocación. Duele ver que al otro le falte. No se puede hacer el distraído uno de lo que pasa al lado nuestro”.
Aseguró que “la gente necesita de todos. Pero hay gente que años anteriores estuvo un poco mejor. No era tanta la necesidad. Viene, trae lo que no le sirve y se lleva lo que le sirve. Se incrementa cada vez más. Ahí me asusta. Hablo de sentimientos encontrados, por un lado está bien que vengan pero por el otro, es la necesidad”.
Cubierto
Gabriela aseguró que mucha es la gente que viene y ayuda. “Este año, tenemos todo cubierto no tengo preocupación por la gente así. Hay mucha gente solidaria. Muchos quieren venir. El viernes viene un grupo y el sábado otro grupo. Se incrementa cada vez más”, reveló.
Para finalizar dirigió un mensaje a los funcionarios que actualmente ocupan cargos políticos. “Por favor, como meta que los llevó el proyecto de gobernar o estar frente a alguien que recuerden el comienzo del proyecto. Que no se olviden porque hay mucha necesidad. Si recapacitaran un poco, la gente les va a devolver”.
Quien pueda colaborar con este emprendimiento solidario debe comunicarse a través de la red social Facebook “El Refugio” Moreira. O bien al celular de Gabriela Olivera: 28046794745
Diario Jornada
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