«No somos lo mismo y tenemos nuestras diferencias», afirmó Bowen en referencia al PJ y Chubut al Frente.
El intendente de Dolavon planteó que «tenemos la madurez de entender que Mariano Arcioni hoy es el único gobernador que tiene Sergio Massa, que es uno de los aliados principales de Alberto Fernández en la conformación de este Frente de Todos. Eso se entiende porque es importante que Alberto haya logrado unificar a prácticamente todos los gobernadores del país». Pero no dejó de subrayar que en Chubut «tenemos nuestras diferencias, por eso vamos en distintas listas, por eso tratamos de armar un proyecto distinto, y esas diferencias nos hacen estar en distintas veredas».
Recordó además que en el último Congreso Partidario realizado en Comodoro Rivadavia, «se tomó la definición de que aquéllos que participaban por otro partido, o que ocupaban cargos en el gobierno que no era justicialista, podían ser suspendidos de su filiación partidaria». Y aseguró que la opinión es mayoritaria, por lo tanto «habría que hacerlo cumplir».
Bowen enfatizó: «No tengo ninguna duda que Ricardo Sastre y Adrián Maderna no pertenecen al justicialismo. Lo han demostrado en todas las elecciones que han tenido en este último tiempo, que juegan en otro partido».
Incluso dijo que tanto Arcioni como Sastre y Maderna le ofrecieron ser candidato por Chubut al Frente «a cambio de reconocer la deuda que tenía Provincia con Dolavon, que era de más de 14 millones de pesos, ofrecerme como espacio político de Dolavon y del Valle a un candidato a diputado provincial», cuestión que no aceptó.
Bowen afirmó que hay unidad dentro del peronismo. Pero estimó «muy difícil» que eso implique que sea parte el Gobierno provincial. «¿Unidad con quién? ¿Con Sastre y Maderna? Tenemos grandes diferencias también con Arcioni», agregó.
Además, el intendente de Dolavon reveló que «hay dirigentes como Ricardo Sastre que, en pleno proceso electoral, me dijo que ya había hablado con Mariano Arcioni que iban a cerrar el aumento que fuese necesario para ganar las elecciones con los sindicatos, y que después no importaba, que iban a ver cómo gobernaban. A mí me parece que es un pragmatismo irresponsable»
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