viernes, 6 de septiembre de 2019

La iglesia cuestionó incumplimiento de provincia y también los piquetes

La Iglesia católica en la provincia de Chubut criticó duramente ayer al Gobierno provincial porque no paga «en tiempo y forma» los haberes a los empleados públicos entre otros incumplimientos. Pero advirtió que «nunca la violencia será la respuesta para nadie», por lo que llamó a «la calma y la serenidad».


Los obispos y sacerdotes chubutenses hicieron el pronunciamiento a través de un comunicado, ante el agravamiento de una protesta docente que derivó en el corte de rutas y, por consiguiente, en el bloqueo del acceso a yacimientos petroleros, lo que provocó incidentes con trabajadores de ese sector.
«Con preocupación y tristeza asistimos a la creciente degradación de la convivencia social entre los chubutenses. El acuerdo social necesario para ser una sociedad organizada se resquebraja y ante eso no podemos sino llamar a la calma y serenidad», se indicó desde la Iglesia Católica.
Afirmaron en el comunicado que «son tantos los derechos vulnerados que el espacio común se transforma en una selva, el ‘hombre es el lobo del hombre’ y pareciera que estuviéramos gritando ‘sálvese quien pueda’». Agregando que «se vulnera el derecho de los empleados públicos cuando no se les pagan sus haberes en tiempo y forma, y cumpliendo los aumentos acordados».
Se señaló que «también cuando se restringen o modifican las prestaciones y servicios de la obra social o se dilata el cobro de las jubilaciones».

«SE VULNERA UN DERECHO
AL IMPEDIR ACCEDER AL TRABAJO»
En su crítica, los líderes de la Iglesia en Chubut plantearon que «se vulnera el derecho de los trabajadores cuando se les impide acceder a su fuente de trabajo, y el de cualquiera que precisa de una prestación de algún organismo del Estado cuando los tiempos de paro son interminables».
«Se vulnera la seguridad y salud de cualquier ciudadano cuando para dirimir un conflicto de intereses la calle queda librada al uso de la fuerza de individuos o grupos. Nunca la violencia será respuesta. Para nadie. Nunca», enfatizaron.
Advirtió el comunicado que «es el Estado quien debe garantizar que los derechos sean respetados: en primer lugar el de la justa remuneración, la salud, la jubilación; también cualquier otro que deba ser restituido».
«Es el Estado el único responsable de la seguridad de las personas o grupos, aun cuando éstos opten por metodologías que parezcan desmedidas y contraríen los derechos de otros; es su obligación y no puede ser transferida a nadie», se planteó en el comunicado. Señalando además que es el Estado el que debe arbitrar fondos y medios pacíficos «para que no terminen siendo los ciudadanos, los trabajadores de nuestra provincia, los que paguen con su vida, salud o buen ánimo lo que es responsabilidad de aquéllos a los que les compete administrar -en el pasado cercano y en el presente- los recursos públicos con pericia y probidad».

PEDIDO A LOS TRES PODERES
«Pedimos a los distintos poderes del Estado, que según sus responsabilidades y obligaciones, se hagan presente donde les compete; y a los ciudadanos que privilegiemos la mirada fraternal sobre quien pareciera obstruir mis derechos», señalaron los obispos. Y concluyeron que «nuestra bandera tiene un sol con quince rayos que representan nuestros quince departamentos; para los creyentes Jesús es «el sol que nace de lo alto», por eso invitamos a todos a rezar estos días por la resolución de los conflictos en nuestra provincia. Invoquemos a Aquel que es «fuente de toda razón y justicia», para que nos haga confluir hacia la unidad y la paz»

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