Desde el Gobierno Nacional reconocieron que la actividad económica continuará cayendo durante que lo resta de 2018. Según fuentes oficiales, esta situación se debe, entre otros factores, a la sequía del sector rural y la corrida cambiaria, que provocaron una fuerte caída en el segundo trimestre. En tanto, la caída del consumo por la aceleración de precios impactará negativamente en la segunda mitad del año. En Chubut, se registró este año la tasa de desocupación más alta del país, cuando el INDEC reveló los datos del conglomerado Trelew-Rawson.
Puntualmente, en septiembre el número de empresas que anunció que esperan despedir personal superó a las que esperan contratar por primera vez en nueve años. De esta manera, el desempleo continuará subiendo hasta alcanzar cifras de dos dígitos. Al respecto de esta situación, desde la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) presentaron un informe económico que monitorea la generación y caída del empleo registrado en el sector industrial y alertó que el desempleo alcanzaría en el 2019 el nivel más alto de los últimos 15 años.
Específicamente, los datos de dicho documento fueron recabados por el Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE), organismo dependiente de dicha casa de estudios, y plantean tres escenarios posibles. Estas posibles realidades están sujetas principalmente al éxito o fracaso del programa monetario y fiscal del Gobierno Nacional y la evolución del salario real.
Escenario optimista
En el caso del escenario más favorable, desde UMET reconocen que el Presupuesto 2019 proyecta una caída del nivel de actividad en Argentina de 0,5%. Esto se lograría en caso de que se produzca una gran cosecha y por el presunto crecimiento de las exportaciones, traccionadas por el salto cambiario. Además, el consumo se recuperaría por la desaceleración de la inflación. No obstante, no resultaría suficiente para alcanzar el nivel de producto previo a la crisis cambiaria.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un desempleo promedio anual de 10,8% para 2019, lo que sería el nivel más alto desde 2005. Asimismo, la recuperación de la producción se vincula a sectores con poca demanda de trabajo, mientras que las actividades vinculadas a la mano de obra intensiva, asociadas al consumo interno, se verán resentidas por la pérdida de poder adquisitivo de 2018. Aun así, esta variable se ubicará 1,1 punto porcentual por encima del corriente año, representando la incorporación de 230.000 nuevas personas al desempleo.
Escenario medio
En el caso del escenario medio planteado por la casa de estudios mencionada, el miso implicaría una lenta recuperación del Producto Bruto Interno (PBI). La actividad comenzaría a partir del segundo trimestre del año que viene, mientras que la recuperación estará explicada por el sector agroindustrial, mientras que el desarrollo de nuevos sectores exportadores será limitado. En tanto, el resto de la industria se resentirá por la ausencia de rebote en el consumo, así como también el comercio, los servicios a empresas y el transporte.
Por su parte, el desempleo se incrementará hasta un promedio anual de 12,1%, por encima del registrado en 2005. El ajuste fiscal en obra pública reducirá fuertemente el empleo en la construcción, mientras que la caída del consumo generará una pérdida de empleo en sectores industriales orientados al mercado interno y servicios. Además, la inflación no cederá y el salario real no se recuperaría durante 2019. La tasa de actividad crece por efecto “trabajador adicional” (nuevos trabajadores por caída de ingreso familiar) y, en total, se sumarían 510.000 nuevos desempleados
Realidad pesimista
En el peor de los escenarios planteados en este informe, la actividad para 2019 continuará cayendo sin observarse señales de recuperación. Por una parte, se observarán nuevos saltos del tipo de cambio que darán nuevo impulso a la inflación. En otro orden, el ajuste fiscal resultará contractivo y se ingresará en una “trampa de austeridad”, con caída de los ingresos fiscales por una posible crisis, obligando a ajustes aún mayores. De esta manera, la recesión se prolongará con una caída generalizada del salario real y el nivel de producto.
Este posible panorama también plantea que la tasa de desempleo se ubicará en 13,8% promedio anual en 2019, el nivel más alto desde 2003. Se destruirán puestos de trabajo en todos los sectores intensivos en mano de obra: comercio e industria (por el consumo), construcción (obra pública y privada), servicios empresariales y transporte (crisis económica). La dinámica inflacionaria destruirá aún más el salario real y generará un ingreso masivo de trabajadores al mercado de trabajo por la insuficiencia de los ingresos familiares. De esta forma, el desempleo alcanzará a 890.000 nuevas personas.
Desempleo en Chubut
La situación del desempleo no es una realidad que le sea ajena a Chubut, sino todo lo contrario. Puntualmente, a fines de septiembre de este año el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el informe sobre tasas de empleo, ocupación y desempleo del segundo trimestre de 2018. En ese periodo la desocupación subió y alcanzó al 9,6% de la población activa de todo el país, y en un año se perdieron 15 mil puestos de trabajo.
Al entrar en el detalle de lo que ocurre en cada una de las regiones de Argentina, la mayor tasa de desocupación está en el Gran Buenos Aires (12,4%). En tanto, la cifra más alta del país corresponde a las localidades de Rawson y Trelew, que alcanza el 11,7%, mientras que en la Patagonia la tasa general de desocupación es del 5,9%.
En tanto, en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, el otro conglomerado urbano chubutense medido por el INDEC, la tasa de desocupación es del 3,7. El índice de quienes buscan un segundo trabajo asciende en esta zona al 5,5.
En la Patagonia, la mayor cantidad de desocupación se da entre las mujeres de hasta 29 años (un índice de 13,6), muy cercano al de los hombres de esa misma edad (10,8). Esta tendencia cambia drásticamente en Comodoro y Rada Tilly, donde el índice de mujeres hasta 29 años que no tienen trabajo es de 12,2, mientras que los varones de esa edad son sólo 7%. En Rawson y Trelew, por otro lado, los números son más alarmantes: la tasa de desocupación entre mujeres menores de 29 años es de 36,9, y en varones de esa edad es de 21,1.
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